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  • Irma Gonzalez R

Año 2020. El año del Gran Cambio


Grandes acontecimientos están por decantar en el planeta, acontecimientos que marcarán un nuevo ciclo en la humanidad.

Empieza el año:

El 10 de enero del año 2020 fuimos testigos del eclipse penumbral de Luna en el grado 20 del eje Cáncer-Capricornio. Un eclipse muy importante ya que activó el tránsito de la gran conjunción Saturno-Plutón en el signo de tierra Capricornio, conjunción que venía rodando desde comienzos del año 2019, teniendo su orbe final el 12 de enero del 2020. En el mes de marzo, la conjunción de Saturno-Plutón recibe a otro gigante de energía expansiva, Júpiter, formando la triple conjunción que se mantendrá durante todo el 2020. Conjunción que abrirá la puerta cósmica a los grandes eventos que estamos transitando en este peculiar y transformador año.


El 2020 comienza con grandes energías de activación y catarsis cuyo influjo ya comenzaba a percibirse para los astrólogos desde la última década 2010-2020, tomando mayor fuerza a partir del 2018.


Conjunción Saturno - Plutón

Las conjunciones de Saturno y Plutón vienen sucediendo desde siempre marcando momentos cruciales para la humanidad.

Una conjunción en astrología se refiere a la cercanía de dos planetas hasta una distancia de 10 grados, la palabra conjunción proviene del latín y significa unirse, juntarse.

Cabe destacar lo preponderante que es una conjunción Saturno-Plutón siendo este último un planeta “lento” quiere decir, de ciclo largo, unos 248 años en recorrer la rueda zodiacal, Saturno de 29 años y Júpiter de 12 años.

En el año 1914 la conjunción Saturno-Plutón sucedió en el signo de Cáncer abriendo la energía para la Primera Guerra Mundial.

Los tránsitos de Plutón y de Saturno son transformadores, demandan mucha madurez y autoconocimiento para lograr superarlos de forma positiva.


Conjunción Júpiter - Saturno

Durante todo el siglo XX hemos visto que las conjunciones de Júpiter y Saturno se han producido en signos del mismo elemento, tierra, (Virgo, Tauro, Capricornio). Esta conjunción está caracterizada por energías muy superficiales, pragmáticas, elitistas, y asociada a las jerarquías económicas, políticas y religiosas. Durante la misma, el valor humano se mide por las posesiones materiales, y el saldo de la cuenta bancaria, manifestándose el materialismo de los signos de tierra en su simetría más destructiva.


Otoño 2020 y el sacudón…

Astrológicamente estamos a las puertas de una configuración bastante intensa, yo diría que la más intensa de lo que llevamos de año, que ya es decir bastante. Entre el 10 y el 20 de octubre del 2020 la conjunción Plutón-Saturno-Júpiter queda coronada por la doble cuadratura de Marte, un aspecto super tenso e intenso, que abre el final de este año tan complejo pero necesario para el cambio de paradigma. Los que conocen este aspecto saben que no es tontería, la oscuridad y densidad plutoniana junto a la fuerza transformadora del señor del karma y del tiempo, Saturno, se verá intensificada por la presencia del dios de los volcanes y las guerras, Marte, energías que permanecerán hasta bien entrado noviembre.

Lentamente comenzarán a romperse las fronteras del egoísmo y la ignorancia, y el gran sismo cósmico destruirá todo aquello sin pilares estables. Saturno, que representa la estructura y la materia; Plutón, el fin de un ciclo y la transformación; sumados a Júpiter la expansión y la esperanza; simbolizan el fin del mundo tal cual como lo conocemos, y el nacimiento de nuevos valores colectivos.


Todo aquello basado en la mentira y el individualismo irá cayendo por intervalos, despertando los valores del bien común, el amor y la solidaridad compasiva entre los seres humanos.


La Gran Mutación

El 14 de diciembre llega un nuevo eclipse solar que cierra todo lo recorrido en el 2020. El eclipse de Sol ocurrirá el 14 de diciembre en el grado 23 de Sagitario, activando especialmente a los nacidos entre el 12 y 15 de diciembre y su simetría 12 y 15 de junio (Géminis). Este eclipse despierta la puerta cósmica hacia el GRAN CAMBIO.


El 20 de diciembre del 2020 seremos testigos de un acontecimiento astrológico de gran preponderancia, las conjunciones de Júpiter-Saturno dejan de suceder en signos de tierra para comenzar a volar en los signos de aire (Acuario, Géminis, Libra). Esto en astrología se conoce con el nombre de CAMBIO DE TRIPLICIDAD, evento que concentra una gran magnitud energética, y que tendrá lugar entre el 20 y 21 de diciembre del 2020. La conjunción Saturno-Júpiter tocará el grado 0 de la casa acuariana, que junto a su tutor el gran Urano, abrirán el portal dimensional de la NUEVA ERA DE ACUARIO O GRAN MUTACION COSMICA.


Abandonaremos la Era de Piscis y sus valores morales, piramidales y herméticos, por la puerta grande. Nos despojaremos de las obsoletas y limitantes vestiduras piscianas para pasar a los valores acuarianos definidos principalmente por la VERDAD y la LIBERTAD.

Un cambio de era sucede cada 2000 años aproximadamente, y estamos a las puertas de ser protagonistas de este GRAN CAMBIO DE ENERGÍA, y por algo también estamos siendo parte de él. Por algo estamos encarnados en esta época de gran transformación sin retorno.

Como dice mi maestro de astrología, “estos cambios llegarán del mismo modo que llega la primavera, en oleadas, en la primavera primero florecen unas flores y luego otras”. Todo llega en oportunidad de lugar y tiempo, hay que recordar que los tiempos del universo no son los tiempos de la mente.


El Gran Despertador Cósmico

Los valores de Urano-Acuario vibran en el brillo de las energías limpias renovables, la nueva medicina, las terapias complementarias, las nuevas tecnologías y una alimentación sostenible para el planeta. Las edificaciones buscarán erguirse sobre el cristal o materiales más “aire” dejando atrás la estructura saturnina del cemento y el hormigón. Los coches usarán la electricidad evitando los carburantes y sus emisiones, y se cultivará el cuidado por el medio ambiente predominando los entornos más naturales. Los viajes al espacio, las plataformas digitales de sociabilidad y la nueva economía virtual también definirán esta nueva era. La nueva educación y el desarrollo de novedosas formas de aprender basadas en la atención plena, la oratoria y la reflexión (propias del elemento aire), se irán poco a poco instaurando, y el nuevo paradigma educativo constituirá la base firme sobre la cuál se sintonizan las simetrías constructivas del bien común, frente el individualismo. La belleza, la estética, la justicia, la ética personal, la verdad, la libertad, las revoluciones justas, los grupos que luchan por valores sociales auténticos sin estandarte, todos son aspectos que reflejan un NUEVO MUNDO.


Especialmente y de forma personal, veo para los años venideros un cambio favorable en el mundo artístico, promoviéndose el arte como pilar indiscutible del conocimiento y de la paz. Nuevas tendencias y técnicas llenas de “aire” y particular belleza caracterizarán la expresión artística en todas sus ramas, como la danza, la pintura, la escultura, el cine, la poesía, la escritura, etc., rindiéndose todas las musas a la innovadora transformación acuariana.

Serán años dorados para los que tengan Acuario fuerte en sus revoluciones solares venideras, y Urano bien aspectado. “Siempre recordando que el juicio general anula el juicio particular.”


Hay luz al final del túnel

A partir del 2021, año de transición para el planeta, se abre una energía de luz que mantendrá su influjo hasta el 2025. Durante estos años estaremos bajo el manto de potentes y armónicos tránsitos de luz, auspiciosos y verdaderos, energías que inspiraran RENOVACIÓN Y LIBERTAD. Esto se manifestará en la segunda mitad del año 2025, veremos como los planetas “lentos” Urano, Neptuno, y Plutón formarán aspectos luminosos y brillantes, dibujando un gran triángulo de coherencia y armonía, teniendo como vértice focal la conjunción Saturno-Neptuno en Aries (inicios), y el trígono con Urano y Plutón en signos de aire. El ser humano se hace dueño de su propio destino y lo proyecta en el bien común con discernimiento y coherencia.


Todo lo aquí expuesto hace referencia a un orden global, a energías positivas que descenderán en todo el planeta, y que luego por resonancia decantarán en sus respectivos continentes, países y personas. Cada uno lo vivirá según su grado de consciencia, cada uno tiene su propia carta natal, su karma y su dharma.


Los países con gobernantes más despiertos y en sintonía con Urano-Acuario, se abrirán al nuevo paradigma y su progreso de forma fácil y ligera. Los que aún siguen dando “los coletazos del pez” (era de piscis) quedarán sumergidos y anclados a los viejos cánones y jerarquías, moribundos, buscando perpetuarse indefinidamente y a cualquier precio. Recordemos queridos míos que estamos en los últimos siglos de Kali Yuga (época de destrucción y sufrimiento según el hinduismo), sin embargo, estas estructuras antiguas tenderán a desaparecer con el tiempo, la transformación es un cambio por pasos, así como la oruga llega a convertirse en mariposa.


Será suficiente con un pequeño grupo de mentes que alberguen los valores acuarianos, y vivan de acuerdo a ellos con nuevas formas de ser, sentir y pensar. Un pequeño grupo que se convierta en referente, en un ejemplo a seguir ante las nuevas generaciones que continuarán la labor emprendida.


No es el planeta lo que estamos destruyendo, el planeta sabe bien como resetearse, lo ha hecho durante miles de años y sigue en pie. Lo que estamos destruyendo es nuestra propia permanencia en el mundo como raza que lo habita.


La Nueva Era de Acuario traerá consigo una nueva vida, un nuevo mundo, una sociedad que cultivará el discernimiento, la justicia y la compasión. Una sociedad en armonía hacia una mente colectiva enfocada hacia el bien común. Una raza humana renovada basada en la comprensión, en el amor, en el presente, y en el presente inmediato (futuro), donde se garantice el bienestar y la supervivencia de las próximas generaciones.


Solo el autoconocimiento y el despertar del corazón nos hará LIBRES.

Sea bienvenida la NUEVA ERA DE ACUARIO.

Irma González Rivas




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